Blog destinado a estudiantes de medicina interesados en los nuevos avances en Cirugía y Biología molecular
martes, 18 de febrero de 2014
NANOMEDICINA
El desarrollo de la física de partículas, así como de espacios subatómicos y unidades de medida que corresponden a la millonésima parte de un milímetro ha producido revolución en diferentes campos de la ciencias, dentro de los cuales la medicina no es la excepción.
La nanomedicina es una de las nuevas opciones terapéuticas que se han propuesto desde los años sesenta; sin embargo, los riesgos potenciales, así como la especificidad han retardado su aplicación clínica.
Pero ¿cómo funcionaría la nanotecnología en el cuerpo humano?
Si regresamos a los cursos básicos de histología y biología celular y molecular, nos daremos cuenta que las unidades de medida que se reportan para las estructuras subcelulares se aproximan a las milésimas o millonésimas de milímetro, lo cual se aproximas a las unidades empleadas en nanotecnologías. Por tal motivo, la implementación de nanopartículas en el interior del cuerpo humano con fines terapéuticos, permitiría al agente terápéutico actuar directamente sobre la molécula o estructura celular diana.
Las áreas médicas que se verían mayoritariamente beneficiadas serían sobretodo la oncología, la ortopedia, la medicina regenerativa, la hematología, la endocrinología y la neurología y neurocirugpia, principalmente.
Una de las aplicaciones más prometedoras sería la habilidad de programar estos nanobots para buscar y destruir las células responsables de la formación del cáncer. Los nanobots de la nanomedicina podrían producirse con la función de reestructurar o reparar tejidos músculosos u oseos. Las fracturas podrían ser cosa del pasado, los nanobots podrían programarse para identificar fisuras en los huesos y arreglar éstos de dos formas; realizando algún proceso para acelerar la recuperación del hueso roto o fundiéndose con el hueso roto o inclusive las dos. Y así con infinidad de enfermedades de varios tipos disolviendo sustancias de múltiples variedades según, en sangre o en la zona a tratar específicamente, inyectando pequeñas cantidades de antibióticos o antisépticos en caso de resfriados o inflamaciones, etc.
En el caso de su aplicación al cáncer, las nanopartículas transitan por el sistema vascular del cuerpo, llegan al tumor, a las células del tumor, y justo en el núcleo de las células malignas que las recibe es donde empiezan a descargar el medicamento. Se está buscando demostrar también con ello que la terapia intracelular es más efectiva que la que se aplica desde fuera de la célula con fármacos inyectados en forma convencional.
Uno de los grandes restos a los que se enfrenta la medicina este siglo es el desarrollo de técnicas de diagnóstico precoz para numerosas enfermedades así como el desarrollo de técnicas de regeneración de órganos y tejidos dañados dentro de nuestro cuerpo.
Encontrar una adecuada solución a estos retos podría tener una gran repercusión en la calidad de vida de nuestra sociedad en un futuro cercano. La emergencia de una nueva disciplina, denominada Nanomedicina, promete alcanzar estos ambiciosos objetivos.
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